Porque cada empresa debería tener un buen abogado sin esperar al problema.
Un seguro de defensa jurídica te ofrece asesoramiento legal, cobertura de gastos y tranquilidad frente a conflictos legales derivados de tu actividad. Es un seguro pensado para cubrir los gastos legales que puedan surgir en el día a día de la empresa: desde reclamaciones de clientes o proveedores hasta sanciones administrativas, conflictos laborales o contratos comerciales.
Consultas legales ilimitadas sobre temas relacionados con la actividad empresarial.
Defensa en casos de incumplimientos, impagos o daños por parte de terceros.
Protección ante sanciones, inspecciones o procedimientos judiciales derivados de la actividad.
Asistencia legal ante reclamaciones de empleados o procesos de despido.
Honorarios de abogado, procurador, tasas, peritos o fianzas, según condiciones.
Según aseguradora, también cubre gestión de crisis o ciberacoso.
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